
1. Esta mañana he estado inaugurando la Semana de la Moda en París, y también tenía que desfilar; como por la tarde tenía una reunión con el PaPa Benedicto y tenía que volar a Roma me dejaron desfilar la primera.
2. Llegué demasiado pronto a Roma, a las 12. Y no tenía la entrevista hasta las 17. Me dediqué a pasear y a hacer fotos de las personas que yo creo que viven en Italia y a algún turista, sobretodo en la Fontana de Trevi. Qué patéticos, todos con la misma foto sin saber que tienen una futura reina delante de ellos tirándoles fotos. Como soy tan intelestuah, me parece una forma diferente de contemplar una ciudad tan turística. Os dejo las fotos de mi día en Roma.
3. Me comí una Pizza Gospel, que era el plato del día de un restaurante monísimo. Me trajeron la pizza y aparecieron unos cuarenta negros alrededor mía cantando. En eso consiste la Pizza Gospel. Me puse malísima con el coro alrededor mía mientras comía. Qué mal cuerpo, qué griterío, por dios.
4. Me despisté totalmente de lo exótica que iba vestida por lo del desfile. No sabía que ropa ponerme para ver al PaPa ¡Qué angustia! ¡Con este escote en el vaticano! Encontré una tienda de disfraces y me compré un traje de obispo. Al menos pasaré desapercibida, que es lo que me gusta.
5. A las 17 me recibe el PaPa, que es el soberano con más poder del mundo. Sale la prensa para hacernos la típica foto. Nos ponemos uno al lado del otro, y en ese momento la pizza gospel empieza a retorcese por mi vientre y empiezo a soltar unas flatulencias supersonoras y con una peste tremenda.

6. Recibo anónimos.
2. Llegué demasiado pronto a Roma, a las 12. Y no tenía la entrevista hasta las 17. Me dediqué a pasear y a hacer fotos de las personas que yo creo que viven en Italia y a algún turista, sobretodo en la Fontana de Trevi. Qué patéticos, todos con la misma foto sin saber que tienen una futura reina delante de ellos tirándoles fotos. Como soy tan intelestuah, me parece una forma diferente de contemplar una ciudad tan turística. Os dejo las fotos de mi día en Roma.
3. Me comí una Pizza Gospel, que era el plato del día de un restaurante monísimo. Me trajeron la pizza y aparecieron unos cuarenta negros alrededor mía cantando. En eso consiste la Pizza Gospel. Me puse malísima con el coro alrededor mía mientras comía. Qué mal cuerpo, qué griterío, por dios.
4. Me despisté totalmente de lo exótica que iba vestida por lo del desfile. No sabía que ropa ponerme para ver al PaPa ¡Qué angustia! ¡Con este escote en el vaticano! Encontré una tienda de disfraces y me compré un traje de obispo. Al menos pasaré desapercibida, que es lo que me gusta.
5. A las 17 me recibe el PaPa, que es el soberano con más poder del mundo. Sale la prensa para hacernos la típica foto. Nos ponemos uno al lado del otro, y en ese momento la pizza gospel empieza a retorcese por mi vientre y empiezo a soltar unas flatulencias supersonoras y con una peste tremenda.

6. Recibo anónimos.